Rocamora se sacó la mufa con un agónico triunfo ante Ameghino

Tomás de Rocamora derrotó este lunes 85-82 a Ameghino de Villa María por la Conferencia Sur de la Liga Argentina de Básquetbol en un partido que tuvo un epílogo para todos los gustos. Justo Catalín fue la figura del juego con 15 puntos, 7 rebotes, 8 asistencias y 2 robos en tanto que Juan Cruz Frontera terminó como goleador con 18 unidades. Pablo Osores fue el máximo anotador con 22 puntos (6/11 3P).

 

El desahogo final en el estadio Paccagnella fue la muestra más exacta de cuánto necesitaba Rocamora volver al triunfo. Le costó, pero lo consiguió y con muchos méritos en su haber y ante un rival que no se entregó nunca a pesar de haber quedado 14 puntos abajo en el segundo cuarto.

Los dos hicieron un más que entretenido primer cuarto, prestándose el dominio y anotando en varias ocasiones. Rocamora tuvo en las manos de Agustín Cavallín a su mejor hombre, el juninense llegó a los 10 puntos con dos triplazos incluidos. Lo siguió más que bien Juan Cruz Frontera. En la visita el más efectivo fue Pablo Osores anotando tres de sus clásicos bombazos. Iban palo y palo hasta que Santiago Candia destrabó con un triple y el primer tramo finalizó 25-19.

En el segundo cuarto el Rojo no bajó la intensidad y defendió bien su aro. Obligó a Pablo Castro a usar dos tiempos muertos cuando el partido amagó con quebrarse (37-29 y 45-33). Matías Caire fue el artífice del juego local, bien secundado por Federico Repetti. Como se dijo, Rocamora se escapó por 14 (49-35) pero algunas apariciones de Juan Abeiro ayudaron a que Ameghino descuente para un cierre 54-42.

El partido fue otro cuando volvieron a jugar, Ameghino salió con otra cara y de a poco fue limando la diferencia. Rocamora no se enloqueció y no se descontroló, tuvo buenos tiros pero la pelota no quería entrar. Un triple de Vieta encendió todas las alarmas porque el tablero cambió de dueño (58-59). Después, llegó el triple de Valentino Occhi de cada partido y el local pudo mantenerse mínimamente arriba (63-62).

 

El último cuarto fue el mejor de la noche por todo lo que pasó. Osores igualó con otro bombazo (65-65) y Cavallín contestó con otro en 45 para levantar al estadio. El envión le sirvió al Rojo para tomar seis de ventaja pero después el frenesí y la paridad retornaron. Dos terribles apariciones de Frontera parecieron darle aire al Rojo (81-76) pero había mucho más todavía. Abeiro le devolvió la vida al León y el partido se picó en todo sentido.

 

Rocamora no lo pudo cerrar pero con ocho segundos hubo salto y a la salida se dio un claro agarrón de Aristimuño sobre Catalín. Los jueces dieron falta pero todo el estadio reclamó por la antideportiva. Después de casi cinco minutos de que se revisó la jugada se dio la antideportiva y Catalín no perdonó desde la línea. Como tampoco lo hizo al recibir otra falta tras el saque. Con angustia pero lo ganó y por eso lo festejó Rocamora. Hizo los méritos y finalmente se quedó con el premio.