El plantel de Rocamora junto a los chicos

Unos 30 chicos que asisten al comedor del Salón de Usos Múltiples del barrio Cantera 25 disfrutaron de una hermosa jornada en las instalaciones de Rocamora donde tuvieron un encuentro con los jugadores del TNA.

Los chicos compartieron un desayuno, jugaron al básquet, tuvieron un encuentro con los jugadores del TNA, recibieron equipos del club de regalo y culminaron la actividad con más de una hora en las piletas. El próximo martes estarán nuevamente acompañando al Rojo en el partido frente a Temperley.

Arrancar sonrisas a veces no cuesta tanto y eso quedó comprobado en la mañana del sábado con otra acción solidaria que encaró el club Rocamora y que consistió en darles un desayuno a los chicos del comedor del SUM de Cantera 25. Minutos antes de las 9 ya estaban los invitados listos para ingresar, lo hicieron todos juntos y junto a los mayores que habitualmente los acompañan; encabezados por Rosa Rodríguez.

En el sector del quincho se les sirvió una chocolatada con facturas y momentos después tuvieron libertad para utilizar las canchas del playón que habitualmente utilizan los equipos de Minibasquet para entrenar. Luego se fueron a practicar a la cancha abierta a la espera que se produjera uno de los momentos más esperados por ellos y que era el arribo de los jugadores de TNA que habían comprometido su presencia.

Encabezados por el entrenador Juan Manuel Varas los jugadores llegaron y se mezclaron con los pibes, muchos de los cuales ya los tienen identificados por sus nombres. Se armaron dos grupos para realizar distintos juegos. Matías Novello fue uno de los que hizo de profe esta mañana, lo mismo que Leandro Podestá y Matías Cuello. Los más chicos se identificaron rápidamente con Pancho Pag, Galo Impini y Guido Dellavedova.

También estuvieron presentes Facundo Medina Reyes –uno de los encargados del mate-, Ignacio Davico y Franco Benítez. Todos, en mayor o menor medida, se prendieron a la iniciativa. Juan Varas, por su lado, fue el blanco de preguntas de los hicos que querían conocer más acerca de los jugadores. Indagaron acerca de quién era “el tirador” y también le preguntaron por qué gritaba tanto en los partidos.

Para sentirse aún más identificados con el equipo todos los que por un rato fueron jugadores del club recibieron como regalo camisetas y pantalones de viejas categorías que estaban en perfecto estado y reservados para estas ocasiones. Ninguno dejó pasar la oportunidad así que corrieron presurosos a cambiarse a la zona de los vestuarios y lucir el nuevo atuendo para continuar jugando.

Este tramo se cerró con una foto en conjunto de los chicos con los jugadores y un cálido saludo de unos con otros. Algunos aprovecharon para hacerse firmar las camisetas que recibieron. Después, y hasta cerca de las 12, disfrutaron de las piletas supervisados por uno los guardavidas del club. Fue una hermosa mañana, para quienes la vivieron y compartieron. Los chicos estarán alentando al equipo el próximo martes.