“Siento que puedo aportar mucho más al equipo”

El uruguayo Rogelio De León, quien llegó a los diez partidos en el Rojo, analizó el presente del Rojo uruguayense y aseguró que puede brindarle mucho más al elenco que dirige Juan Manuel Varas.

 

Allá por el 10 de febrero el interno de 29 años y 2.06 de altura llegó para sumarse como una de las alternativas para cubrir las salidas de Agustín Paparini y Arlando Cook. “Creo que mi llegada se dio bien, por suerte cuando me sumé tuvimos tiempo para trabajar y eso ayudó a que me pueda adaptar bien al equipo y que el equipo se adapte a mí juego. Si bien todavía nos seguimos conociendo lo venimos haciendo bien porque el Torneo no da mucho tiempo para trabajar”, comenzó diciendo en la apertura de la charla.

 

De León llegó procedente de Verdirrojo en la Liga Uruguaya de Básquet, donde solo pudo estar en 11 partidos por una fractura de quinto metatarsiano. “Cambió mucho en cuanto al juego porque en el equipo en el que estaba ya no teníamos extranjeros y tenía más protagonismo; acá vine más que nada a hacer un juego de rol. Si bien me cambió es algo a lo que estoy acostumbrado así que no lo sufrí tanto, aunque sí se siente”, agregó en relación a aquélla y la presente experiencia.

 

Sobre lo que le ha pedido el entrenador Juan Varas en este tiempo que lleva en el Rojo, contó: “Más que nada lo que me ha pedido es el tema de la defensa y de asegurar los rebotes. Y después, por mi estatura, la intimidación en las ayudas”.

 

“Con el paso de los partidos me fui sintiendo mejor de lo que yo mismo esperaba, como todo ser humano tuve partidos buenos y malos pero siento que le puedo aportar mucho más al equipo”

 

Tanto en la LUB de básquet como en la Liga Argentina los jugadores extranjeros son moneda corriente y objetivos a defender. Sobre este tema, opinó: “En Uruguay se utilizan mucho y más que nada en lo que es en mi puesto, de pivote. La verdad que desde que estoy jugando en Primera, desde los 16 o 17 años, siempre he estado jugando contra extranjeros”.

 

De León tuvo también la posibilidad de jugar en Ligas europeas, de España y Francia. “Las Ligas no son tan diferentes, sí lo es el estilo de vida. La Liga EBA es muy parecido a como se juaga acá, con buenos nacionales, buenos extranjeros y buen nivel de juego en general. Eso creo que es algo con lo que se está en el debe en Uruguay, porque acá y en Europa hay mejor nivel de juego en general. No se depende tanto de una individualidad sino que el colectivo hace que todos puedan jugar”, esgrimió a modo de comparación.

 

Habló de diferencias en el estilo de vida. ¿Cómo le ha ido acá, entonces? “No me cambió mucho porque estamos muy cerca y la ciudad se llama Concepción del Uruguay así que… lo que cambió es que el billete es diferente pero después lo demás es prácticamente lo mismo; la música, el tomar mate, el dulce de leche. Es como estar en Uruguay”, afirmó.

 

Haciendo un análisis del equipo y los partidos que restan de esta Fase, dijo: “La verdad que lo veo muy bien. Lo que sí noto o que por ahí nos falta, por un tema de las edades que tiene el equipo, es cerrar mejor los partidos. Creo que se debe no a la inexperiencia sino a que no hemos encontrado un jugador para cerrarlos, que estoy seguro que lo vamos a encontrar porque tenemos buenos jugadores y estos partidos nos han servido para eso”.

 

“Desde que estoy, con excepción de los partidos con Platense, todos han sido muy parejos y donde por una bola no nos los llevamos nosotros. No estamos tan mal y ese es nuestro objetivo, ir partido a partido en estos cinco que faltan para terminar lo más arriba posible. Matemáticamente no sé si nos dará para terminar entre los cuatro pero queremos tener ventaja de localía en los playoffs y aprender de los errores para cerrar partidos a nuestro favor”, añadió el jugador oriundo de Rivera.

 

Y para terminar la charla y trazar un vínculo a lo de “cerrar partidos” la última pregunta tuvo que ver con la jugada ante Parque Sur cuando anotó un doble sobre la chicharra que hubiera sido triunfo del Rojo pero los árbitros no lo convalidaron, hubo suplementario y victoria visitante. “Son como sensaciones encontradas, pasás de ser el héroe entre comillas por haber metido esa pelota que algunos dicen que valió, otros que no, es discutible; a quedarnos sin nada en el alargue”, enfatizó.

 

“Era mi primer clásico y otra vez se perdió en una última pelota… pero ojalá nos sirva de experiencia para cerrar mejor los partidos y que el próximo sea nuestro”, se ilusionó finalmente el jugador que en sus diez encuentros promedia 7.7 puntos y 5.7 rebotes en 20.7 minutos.