¡Feliz día del entrenador de básquetbol!

Un 22 de abril de 1973 se fundó la ATEBA (Asociación de Entrenadores de Básquetbol de la República Argentina), que coincide con el fallecimiento del gran León Najnudel en 1998. En estos momentos difíciles nuestros entrenadores siguen desarrollando los entrenamientos semanales a sus dirigidos con las nuevas tecnologías.

Feliz día a nuestros entrenadores que en estos tiempos difíciles realizan un gran aporte, innovando y buscando herramientas necesarias para que jugadoras y jugadores sigan creciendo. La importancia de su aporte a las formativa de estos profesionales es clave ya desde los mini, momento en que los chicos toman contacto con la “naranja”. Allí, la tarea docente del entrenador es fundamental para fijar conocimientos del deporte y para, fundamentalmente, ser importante en la formación de grupos, porque allí está la clave del básquetbol: los grupos de amigos.

Laura González, Gonzalo Jacquet, Anita Delorenzi, Irina Figueroa, Leonardo Domínguez, Juan Varas, Gonzalo Rodríguez Costoza, Joaquín Díaz, Matías Respaud e Ignacio Fellay, gracias a todos ellos por hacer a nuestro Club.

Un poco de historia

Julio César Paccagnella fue el primer entrenador del Rojo y hoy el Estadio lleva su nombre. En 1965 Rocamora logró el primer título nacional que fue el Campeonato Argentino de Clubes. El equipo de 1965 estuvo integrado por, entre otros, por Mario “Tucumano” González, Enrique Palladino, Raúl Rivero, Oscar Dutra, Alberto Podestá, Juan Aguilar y Luis Delorenzi.

Rocamora también tuvo más entrenadores que hicieron grande la historia de nuestro Club: Mario “Tucumano” González, Eduardo Vecchio, Chiqui Giqueaux y José Martín Amden.

 León David Najnudel

Una de las figuras emblemáticas del baloncesto argentino, León David Najnudel, más conocido en el concierto deportivo nacional como el “Ruso”. El 26 de abril de 1985 es un día histórico para el deporte argentino porque nace la Liga Nacional de Básquetbol, una iniciativa por la que el Ruso Najnudel había luchado los últimos cuatro años contra la férrea oposición de los dirigentes porteños y que consistía en la participación de los clubes de todo el país en un certamen extenso de nueve meses.