Se fue un un grande

Se fue uno de esos grandes, que hicieron del silencio y el bajo perfil, una forma de vida, que trasmitía paz y generaba respeto. Oscar “Cacho” Dutra partió ayer rumbo a la eternidad. Fue uno de los integrantes de aquel Tomás de Rocamora, que adquirió fama de imbatible, respetado en la provincia y que llegó a ser Campeón de Clubes Campeones de la Argentina, en una calurosa noche de febrero del ¨65.

Usó por años la camiseta roja n° 5, en un tiempo en que los rivales jugaban por el subcampeonato. Rocamora era el eterno campeón uruguayense y provincial, y en esa condición organizó el Campeonato de Campeones, disputado en febrero de 1965 en su cancha de cielo abierto, piso de baldosas y plateas de cemento. Se coronó campeón el Tomás de Rocamora al vencer a Inti, de Santiago del Estero. “Cacho” Dutra formó parte de ese equipo que también integraban el “Tucumano” González, “el gordo” Rivero, Enrique Palladino, Alberto Podestá, Juan Aguilar, Luis Delorenzi, Jorge Broggi,, Pedro Claa, Alejandro Barreto, Richard y el “Toto” Courvoisier , dirigido por Julio César Paccagnella, el técnico, al que la institución homenajeó imponiendo su nombre al actual estadio cerrado de Rocamora.
El reglamento del basquetbol tiene una dinámica que no se observa en otros deportes; es posible que si en su tiempo el tiro desde fuera de la pintura hubiera valido tres, Rocamora habría ganado los partidos por números más generosos, porque “Cacho” se paraba en una esquina del rectángulo, y sin saltar, convertía en doble esa pelota, que todavía no era color naranja.
Era una pieza clave del equipo por la infalibilidad de su lanzamiento, pero con modestia y humildad, quitaba trascendencia a su juego y su tarea, siempre valorada por sus compañeros. Fue indudablemente componente de una generación de basquetbolistas que llenó de triunfos al basquetbol integrando a Rocamora y a la selección uruguayense. Deja un recuerdo imborrable por su trayectoria deportiva y su calidad humana. Ayer murió a los 82 años.-